CHITTORGARH

CHITTORGARH Y SU LEYENDA




Un recorrido por la historia de Chittorgarh ilustra su romanticismo, caballerosidad y tragedia.

En tres ocasiones Chittor fue atacada por sus más poderosos enemigos, y en las tres, los soldados prefirieron la muerte al deshonor.
















La historia se ha mantenido viva gracias a canciones tradicionales que con frecuencia se mezclan con leyendas y mitos. Chittorgarh tiene una muy famosa. Tiene lugar entre los muros de su fuerte:

LA JOYA DEL REINO DE CHITTOR, PADMINI

A principios del s.XIV gran parte del norte de India había sido conquistada por los mogoles que gobernaban su imperio desde Delhi. Sin embargo, el "rana" (rey) de Chittor, había evitado todo intento de invasión por parte de los mogoles.

En el reino de Chittorgarh se hablaba tanto de la belleza de Padmini (la mujer del rana) que era admirada incluso en Delhi. Esos rumores despertaron la curiosidad del sultán de Delhi, quien decidió que quería confirmarlo personalmente.

Rodeó con su ejercito el Fuerte de Chittorgarh y envió un mensajero: Quería conocer a Padmini.

Sabiendo que sus fuerzas no eran comparables, el "rana" aceptó, pero estableciendo una serie de condiciones. El sultán entraría desarmado y una vez dentro, no se le permitiría ver a Padmini en persona, sino a través de un espejo.

Así se hizo y el reflejo fue suficiente. El sultán quedó prendado de Padmini de tal forma que decidió que tenía que poseerla.

Cuando el "rana" de Chittor acompañaba al sultán a las puertas del Fuerte, este ordenó a sus soldados que lo hicieran prisionero. El rescate que se exigió a cambio de su liberación fue la propia Padmini.

Ella ideó un plan al más puro estilo del caballo de Troya. Ordenó que se le comunicara al sultán que aceptaba sus condiciones. Pronto una larga procesión de hermosos palios cubiertos con cortinas empezó a cruzar las puertas del Fuerte. En los palios iban las damas de la corte, que cumplían con la "purdah" (tradición de cubrir el rostro), al llegar al campamento, saltaron de los palios guerreros que rescataron a su "rana".

El sultán furioso, sitió el Fuerte y esperó paciente a que empezaran a sufrir de hambre.
Los rajputas encendieron una pira. Padmini y todas las damas de la corte se pusieron sus trajes de boda y se tiraron al fuego ante la mirada de sus esposos. A continuación los hombres se vistieron con ropas de color azafrán y salieron a caballo del Fuerte dispuestos a morir.



Aún hoy se conservan los espejos en la sala donde según cuenta la leyenda, esperaba el sultán para ver la belleza de Padmini...


Esta vez, la imagen es la mía,jejeje!!!




En el mismo recinto y por los alrededores es frecuente ver a animales abandonados, famélicos, que nos recuerdan una vez más la triste historia que provocó la hambruna en aquellos rajputas, y por desgracia hay quienes hoy aún la sufren en sus carnes.


Los perros dan mucha pena, nadie les tiene estima y se acercan a nosotros discretos, con la cabeza inclinada. Demostrando en todo momento sumisión y respeto.

En cambio, los monos tienen una conducta bien distinta. Altivos, seguros de si mismos, se acercan, nos intimidan y si no les damos nuestra comida, no tienen el más mínimo reparo en robárnosla. Y se de lo que hablo... Se zamparon a mi salud una dulce y aromática barrita de cereales que yo tan contenta e inocente llevaba en mi mano.



Una vez fuera, los muros del Fuerte me regalan una vista de la ciudad que no dudo en plasmar en mi cámara...



Y nuevamente hay algo que me llama la atención. Los fieles adictos al hinduismo, lavándose, purificándose y venerando en las aguas de un color... egggggs!!!


pronto llegaremos a Pushkar. Uno de los lugares con más peregrinación India. De que color será el agua de los gaths??




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